Simón Siverio: “Queda Simón para, al menos, una o dos temporadas más”
-El saltador de altura del Tenerife CajaCanarias vuelve a la pista para preparar las citas de septiembre, el Campeonato de España y la Copa de LaLiga Sport.
Simón Siverio, atleta internacional blanquiazul, prepara lo que queda de esta atípica temporada con una gran dosis de perseverancia y esfuerzo. Tras 15 años en el mundo del atletismo, el teguestero, campeón de España en salto de altura en múltiples ocasiones y en todas las categorías, récordman canario y tres veces protagonista indiscutible del Campeonato de Europa, continúa fijando la vista en su principal objetivo: conseguir el salto perfecto, un vuelo de 2.30 metros que lo llevaría directo a la cima del atletismo nacional e internacional.
-¿Un saltador de altura con tantos años de experiencia sobre el tartán, todavía sueña con un salto perfecto? ¿Cómo sería ese salto?
“Un saltador sueña con un salto perfecto todos los días. Soy una persona que visualiza mucho, antes de competir me gusta imaginarme saltando y haciendo saltos buenos. El problema que tengo es que, a veces, visualizándolos, los hago nulos. Mi salto perfecto sería en un Campeonato de España o en una gran final de Liga, con una gran altura, un 2.30 o un 2.31”.
-Año atípico con un parón inesperado por una pandemia. ¿Cómo has vivido la vuelta a la nueva normalidad?
“La vuelta a la nueva normalidad la he vivido a ‘pocos’. No he dejado de trabajar durante la cuarentena, y lo único que ha cambiado tras el confinamiento ha sido volver a los entrenamientos en pista, de resto, he seguido una vida bastante ‘normal’”.
-¿Cómo se presenta tu plan deportivo para lo que queda de temporada?
“Todos los objetivos de la temporada estarán marcados por la Covid-19. Al final, se nos ha hecho una temporada muy corta y tenemos que adaptarnos. El Campeonato de España es prácticamente dentro de dos meses y haremos una preparación solo para esta cita y para la copa de clubes, para salvar un poco esta temporada. Desde ya estamos enfocados en la campaña que viene”.
-Viste nacer al Tenerife CajaCanarias, formando parte de la primera plantilla blanquiazul en aquella primera temporada en 2006. ¿Cómo llega el club a tu vida deportiva?
“Empecé en atletismo debutando en el Club Olímpico de Tegueste y ya saltaba bastante. En ese año, 2006, se crea el Tenerife CajaCanarias y de inmediato me incorporo a sus filas. Era una propuesta novedosa que buscaba aglutinar todo el atletismo de nivel de la isla y plantear un equipo al futuro, tener una base de atletas y llegar a la máxima división. Esa clasificación llegó muy rápido, subimos año a año de segunda a primera, y de primera a División de Honor. Siempre me he sentido con suerte de formar parte de esta gran familia”.
-¿Cómo recuerdas ese primer año?
“Fue muy ilusionante. Era muy joven y para mí todo era nuevo, llevaba muy poco en el atletismo y, claro, verme con figuras como Mario Pestano, Iván Ramallo, Germán Millán en la pista, de tú a tú, me hacía sentir que estaba participando de algo grande”.
-En la próxima temporada el Tenerife CajaCanarias celebra sus 15 años. ¿Queda Simón para celebrarlo en el tartán?
“Queda Simón para, al menos, dos temporadas más. Así que, espero estar allí para celebrarlo con todos mis compañeros que somos los que damos vida a este club”.
-¿A quién le pasarías el testigo del salto de altura en Canarias?
“El testigo espero dejárselo a cualquier atleta joven, no tiene por qué formar parte del club, pero sí que haga atletismo y que esté dispuesto a aceptar el sacrificio que requiere este deporte. El atletismo es un deporte individual que precisa de muchas horas de pista, de muchos entrenamientos para poder conseguir objetivos grandes. Así que, no puedo decir un nombre, pero sí que me gustaría que fuera algún tinerfeño que quede de la escuela de salto de altura”.
-¿Qué te motiva fuera del atletismo?
“Me motiva la fisioterapia, que es mi profesión, estoy muy enfocado en ese campo ahora mismo, y también cualquier otro deporte. Cuando tengo tiempo de jugar baloncesto o practicar algún deporte acuático, soy feliz, me motiva mucho. Esas serían las principales opciones después del atletismo”.
-Después de todos los logros alcanzados. ¿Se te queda alguna espinita clavada?
“Creo que técnicamente podría haber rendido un poco más y no es que sea un mal saltador. Se me queda la espinita de no haber saltado todavía los 2.30, aunque me quedan algunas temporadas para seguir intentándolo, y creo que ya lo podía haber conseguido, porque lo he tenido muy cerca en un par de competiciones”.
-La técnica es fundamental, pero ¿qué otras condiciones te hacen sobresalir en el salto de altura?
“Además de la perseverancia, el esfuerzo y el entrenamiento, sí es verdad que hay unas condiciones genéticas. Yo saltaba mucho cuando me dedicaba solo al baloncesto. Recuerdo que jugando de cadete en el Canarias, ya llegaba al aro y hacía mates y veía que mis compañeros no tocaban la red, por lo que ya tenía unas condiciones físicas propias para el salto. No soy alto como para dedicarme al baloncesto y en el atletismo sí que he podido destacar por esa facilidad”.
-¿Te has preguntado qué hubiera sido de ti si hubieras seguido entrenando en el Canarias de baloncesto?
“Hubiera sido un jugador muy malo de baloncesto, porque destacaba sobre todo por mi capacidad de salto. No me queda esa incógnita. Hay que estar en lo que uno hace y no pensar en lo que ha dejado de hacer ”.
-¿Qué hizo que la balanza cayera sobre el atletismo y no sobre el baloncesto?
“Fue por Andrés Torres, que me vio saltar en unas pruebas que hicimos en el instituto de Tegueste y me comentó que al igual se me daría bien hacer salto de altura. Desde ese momento fui compaginando los dos deportes durante dos años y, finalmente, me decanté por el atletismo porque ya estaba logrando algunos triunfos, como el campeonato de España Junior, así que decidí seguir este camino”.