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Ciclo: Cine Mexicano
La Fundación CajaCanarias y la Embajada de México en España presentan una nueva propuesta cinematográfica, integrada por cuatro largometrajes de reciente creación. Estas películas, que forman parte de la diversidad y la riqueza del cine mexicano contemporáneo, abordan temáticas y géneros diferentes, pero comparten un enfoque común: la exploración de la realidad social y cultural del país centroamericano, además de poseer una excepcional calidad artística y narrativa.
Desde la primera proyección pública de cine en México, celebrada en 1896 gracias a Gabriel Veyre y Ferdinand Von Bernard, enviados de los hermanos Lumière, la industria cinematográfica se popularizó rápidamente. De este modo, se comenzaron a crear salas de cine y a rodar historias locales, convirtiéndose el país en uno de los principales productores de películas a nivel mundial hasta la actualidad, con una producción media de unos 200 filmes anuales, que abarcan una amplia variedad de géneros y temáticas.
Con una larga historia y vasta riqueza cultural, la producción cinematográfica mexicana, como en muchos otros lugares, ha vivido periodos de gran creatividad y reconocimiento, así como grandes retos y transformaciones. En este sentido, la denominada “época de oro” marcó un tiempo de gran esplendor del séptimo arte en el país centroamericano: Iniciada en 1936, con el estreno de Allá en el Rancho Grande, cinta de Fernando Fuentes con la que se inaugura el género de la comedia ranchera, este período se extiende hasta 1956 y favorece el nacimiento de una nueva generación de directores, la consolidación de un plantel de estrellas nacionales (que se convertirán en las figuras principales de un star system sin precedentes en la historia del cine en español), además de la producción de películas que han dejado una huella indeleble en la historia del cine de América Latina.
Este período de esplendor desemboca en otro que, por una parte, se caracteriza por cierta oscuridad creativa que vivió la industria fílmica mexicana durante la década de los 70 y los 80 del siglo pasado, un período que no cuenta con disminución productora, pero que se recuerda esencialmente por la mimetización de productos mainstream hollywoodienses, reclutando incluso actores y actrices norteamericanos de segunda fila. Por otro lado, aparece el denominado “cine de Ficheras” (denominación acuñada para las mujeres de cabaré que recibían una ficha canjeable por dinero cada vez que conseguían que un hombre consumiese una copa), y que se decantó por la comedia erótico-costumbrista, con bastante éxito local.
Habrá que esperar hasta finales de los años 90 y la entrada en el nuevo milenio para que el cine en México vuelva a brillar con intensidad artística. Por aquel entonces se experimenta un renacimiento creativo que, conocido como el “Nuevo Cine Mexicano”, tiene como principal objetivo retratar temas cotidianos y representar personajes de la realidad social, caracterizada por una sociedad dividida y clasista. Directores como Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro acometieron operas primas deslumbrantes que abordan cuestiones como la identidad nacional, la política y la justicia de manera innovadora. Esas obras primerizas, respectivamente, Amores Perros (Méjico, 2000), Sólo con tu pareja (Méjico, 1991) y Cronos (Méjico, 1993), enseguida eclosionaron en la industria Hollywoodiense. Los tres cineastas, de reconocido prestigio, nunca han olvidado sus raíces y regresan siempre a ellas de una manera o de otra.
