La Filmoteca CajaCanarias visita La Boutique de Berlanga en el ciclo dedicado a conmemorar el centenario de su nacimiento
- La sesión tendrá lugar el próximo lunes, 19 de julio, a partir de las 19:00 horas, en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife
- Las entradas, a un precio único de dos euros, se encuentran ya a la venta a través de www.cajacanarias.com
La Fundación CajaCanarias continúa el próximo lunes, 19 de julio, la programación del ciclo de su Filmoteca dedicado, en esta ocasión, a conmemorar el centenario del nacimiento de Luis García Berlanga, con la proyección del largometraje La Boutique (1967). La sesión dará comienzo a partir de las 19:00 horas, en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife (Plaza del Patriotismo, 1), y las entradas, a un precio único de dos euros, se encuentran a la venta a través de www.cajacanarias.com.
En 1967, Berlanga y Azcona escriben un guion, Las Pirañas, para ser interpretado en España por José Luis López Vázquez y Laly Soldevila. El productor, por su parte, propone rodarlo en Buenos Aires y cambia a la pareja protagonista, optando por Sonia Bruno y Rodolfo Bebán. El resultado, que podrá verse el próximo lunes en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife, es un extraño híbrido titulado finalmente La Boutique y que ha pasado a la historia como la película más maldita del cineasta. A lo largo de su metraje se relata la historia de Ricardo, un ejecutivo que tiene un gran éxito con las mujeres y se comporta prácticamente como un play-boy. Su esposa, Carmen, atractiva ama de casa sin hijos, siente que éste no le hace apenas caso y busca el consuelo de su madre, quien le propone un cambio en su modo de actuar si no quiere perder definitivamente a su marido o caer en la locura. A partir de este momento, Carmen empieza a sufrir una transformación, dejando de ser la esposa sumisa para convertirse en un ser agresivo que maltrata e ignora a su marido. Por si esto fuera poco, se plantea volver a la actividad profesional y le propone a Ricardo que le abra una boutique, a lo que éste accede a pesar del poco entusiasmo que le supone semejante inversión económica. Tras inaugurar el nuevo negocio, Carmen se vuelve una mujer más independiente y segura de sí misma, flirteando con un viejo amigo del matrimonio.