La Fundación CajaCanarias presenta el catálogo de la muestra Artedrago. Visiones del árbol milenario en el Espacio Cultural de La Palma
23.02.2024
- La publicación recoge entre sus páginas imágenes de las casi 200 obras de la Colección ArteDrago de Miguel de Taoro y otras piezas expuestas en la muestra que, desde su inauguración, el pasado mes de septiembre, ha sido visitada por 12.000 personas. El catálogo se completa con los textos de Lázaro Sánchez Pinto, Ernesto Varcárcel, Eliseo Izquierdo, Virgilio Gutiérrez, Isidoro Hernández y Miguel de Taoro, y un poema inédito de Elsa López, escrito expresamente para la ocasión, que recitó durante el acto.
- La presentación del catálogo es la última actividad vinculada a la exposición ArteDrago. Visiones de un árbol milenario, que mañana sábado, 24 de febrero, cierra sus puertas en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de La Palma. Toda la información se encuentra disponible en www.cajacanarias.com
La Fundación CajaCanarias ha presentado en la mañana de hoy viernes, 23 de febrero, el catálogo de la exposición Artedrago. Visiones del árbol milenario en el Espacio Cultural de San Santa Cruz de La Palma. El ejemplar recoge entre sus páginas imágenes de las casi 200 obras de la Colección ArteDrago de Miguel de Taoro y otras piezas cedidas expuestas en la muestra que, desde su inauguración, el pasado mes de septiembre, ha sido visitada por 12.000 personas. El catálogo se completa con los textos de Lázaro Sánchez Pinto, Ernesto Varcárcel, Eliseo Izquierdo, Virgilio Gutiérrez, Isidoro Hernández y Miguel de Taoro, y un poema inédito de Elsa López, escrito expresamente para la ocasión y que recitó durante la presentación. Este evento será la última actividad relacionada con la exposición, que se clausura mañana sábado, 24 de febrero. Toda la información, así como los horarios, está disponible en www.cajacanarias.com
El acto contó con las intervenciones de Miguel de Taoro, coleccionista; Elsa López, escritora; Efraín Pintos, académico de la RACBA y asesor del catálogo; Isidro Hernández, asesor museográfico; Paz Palomeque, experta en patrimonio bibliográfico y exresponsable de Fondo Antiguo de Canarias de la Biblioteca de la ULL, y Margarita Ramos, presidenta de la Fundación CajaCanarias, quien recalcó que esta publicación es un espléndido monográfico, un homenaje a la figura de este gigante vegetal, que acoge la mirada de artistas de diversa procedencia con obras pictóricas, dibujos, carteles y otros objetos, sobre la imagen legendaria del drago de Canarias desde el pasado hasta el presente. Quiero agradecer a Miguel de Taoro su predisposición, y a todos los autores que han colaborado con sus textos generosamente para que este catálogo sea una magnífica remembranza de esta maravillosa muestra, que mañana se clausura.
Por su parte, Miguel de Taoro agradeció el compromiso de la Fundación CajaCanarias y de todas las personas involucras en esta exposición para hacerla realidad. Estoy muy emocionado. Cuando se hace una inversión de dinero en cultura, siempre se habla en términos de gasto. Yo quisiera decir que esta exposición, con esas 12.000 visitas que ha tenido, ha supuesto una reinversión en la sociedad. Muchas gracias a las entidades que invierten en cultura y espero que sigan haciéndolo.
Efraín Pinto, asesor del catálogo, reseñó el papel de difusión de la creación que tenemos los comunicadores. Somos los mensajeros para que el arte pueda ser visionado por miles, ayudando a su contemplación y a su entendimiento. Esta podría decirse que es una colección rara, con obras muy distintas entre sí– prosiguió- Las piezas le llegaron al coleccionista y él se dedica a lo que mejor sabe hacer: ser custodio de las mismas. Cuando se forma una colección, se forma personalidad, y a mí, la colección de Miguel de Taoro me atrapó. Ahora, siempre que veo un drago, me acuerdo de él.
El catálogo
El catálogo ArteDrago. Visiones de un árbol milenario ha contado con el asesoramiento de Efraín Pintos e imágenes de Lucas Pintos y Manuel Díaz Trujillo, que recogen las obras expuestas en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de La Palma. Un recorrido en papel por las casi 200 piezas que han llenado estos meses el espacio expositivo, creaciones que contienen la mirada de artistas de la más diversa procedencia, con obras pictóricas, dibujos, fotografías, carteles y objetos curiosos que contemplan, desde el pasado hasta el presente, la imagen legendaria del drago de Canarias.
La publicación se completa con textos de expertos y eruditos en diferentes ramas, que abarcan desde la botánica hasta la artística. Quienes se hagan con un ejemplar podrán disfrutar de los escritos de Miguel de Taoro, dueño de la Colección, con Nunca he dio en busca de dragos, ellos han venido a mí; Lázaro Sánchez Pinto, con Primeras ilustraciones del Drago Canario; Ernesto Valcárcel, con Autóctono, endémico y vernáculo. A propósito de Miguel de Taoro y ARTEDRAGO; Eliseo Izquierdo, con Casi un bosque; Virgilio Gutiérrez, con Puntos suspensivos, e Isidro Hernández, con La colección ArteDrago, visiones de un árbol milenario.
Entre los textos, también se encuentra un poema inédito de Elsa López, escrito expresamente para este catálogo. No es desconocida la relación de la escritora con la naturaleza de Canarias, de la que se ha nutrido en sus versos. Una fuente inagotable de inspiración que se ve reflejada en el poema que embellece esta publicación. A los pies de los dragos que se extienden por la orografía palmera, maduraron algunas obras de su extensa bibliografía, por la que ha sido merecedora del Premio Nacional de Poesía José Hierro (2002) o el Premio Canarias de Literatura (2022).
La exposición
Artedrago. Visiones del árbol milenario, exposición que mañana sábado llega a su fin, ha albergado, además de las piezas y objetos de la Colección de Miguel de Taoro, tres obras cedidas: el mural Guardián de las islas, de la pintora Amelia Pisaca, un lienzo de 6,5 metros de largo por dos de alto cedido por el TEA-Tenerife Espacio de las Artes, que acaparó la atención de los visitantes; un cuadro del pintor Suso de la Rosa titulado Junta suprema en el jardín del marqués, cedido por la Colección LM, museo privado ubicado en La Laguna, y el lienzo Ach Guañac (La patria), del pintor y cantautor Luis Morera, que fue portada en uno de sus discos, cedido por el autor.
El drago: historia, leyendas y arte
El drago de Canarias, denominado científicamente dracaena drago y conocido popularmente por los habitantes de las Islas como el árbol milenario, se encuentra indisolublemente ligado a la historia del archipiélago desde tiempos inmemoriales. El naturalista latino Plinio el Viejo, en el siglo I (d. C.), mencionó la existencia de este árbol de gran tamaño en las Fortunatae Insulae, a partir de las expediciones del monarca mauritano Juba II algunas décadas antes. Y si detenemos nuestra atención en las relaciones sobre la conquista de Canarias de principios del siglo XV, la crónica francesa del caballero normando Gadifer de la Salle en Le Canarien, acuña por vez primera el término dragonier para referirse a una especie vegetal autóctona con aspecto de dragón de cien cabezas. A partir de ahí, las descripciones de los numerosos científicos y viajeros que visitaron Canarias a lo largo de los siglos han aportado una riquísima fuente literaria sobre este coloso vegetal y, más allá de su interés botánico, desbordaron su imagen real con aportaciones idealizadas, embellecieron su porte y le atribuyeron, incluso, virtudes medicinales. De esta forma tan consustancial al territorio de la escritura llega hasta hoy la imagen del árbol milenario: entre las hojas lanceoladas del árbol, lo histórico y lo novelesco, lo científico y lo sobrenatural, lo real y lo imaginario se enhebran y urden en un único y maravilloso relato. De todas esas crónicas, descripciones e ilustraciones de botánica, la visión quizá más fabulosa y mítica del drago de Canarias acaso proviene de su identificación con un dragón que, según la leyenda, custodiaba las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides, situado por los autores clásicos en las Islas Canarias. Cuenta esa leyenda que tanto a uno como a otro –al dragón y al drago– si se les cortaba una de sus cabezas o ramas, estas se multiplicaban. Así lo relata Bouquet de la Grye, en Une ascension au Pic de Teneriffe, a partir de las explicaciones de un jardinero.
