Pedro M. García obtiene el Premio Isaac de Vega CajaCanarias Donde soplan los alisios
- El narrador grancanario obtiene el prestigioso galardón con un volumen de relatos que giran en torno a la nostalgia, la inocencia de la niñez, el humor y la pérdida
- El certamen, dotado con un importe de 3.000 euros y la publicación del volumen, ha contado este ejercicio con casi medio centenar de obras a concurso
La Fundación CajaCanarias ha anunciado hoy martes, 11 de octubre, el fallo de su Premio de Relato Corto Isaac de Vega 2022, que ha recaído en el autor Pedro M. García por su conjunto de textos titulado Donde soplan los alisios. De este modo el jurado, compuesto por Ana Criado, Alberto Omar Walls y Víctor Ramírez, ha decidido otorgar el galardón en la presente edición a la citada obra del escritor grancanario, certamen que conlleva una dotación de 3.000 euros y la publicación del volumen, y a la que se han presentado a concurso casi medio centenar de obras.
Las historias que pueblan Donde soplan los alisios giran en torno a la nostalgia, la inocencia de la niñez, el humor y la pérdida. Forman, en palabras del autor, una especie de ropa vieja en la que ingredientes de distinta forma, sabor y textura se unen para dejar ese saborcillo tan típico de nuestra tierra, o que al menos yo asocio a nuestra tierra, en el paladar de quien los degusta. En ellas hay calor y algo de hielo, piedra labrada, laurisilva, olas, incluso duendes y perros. Sus protagonistas, tan dispares como lo pueden ser, por ejemplo, una antropóloga, un panadero, una guía turística, un excoronel o un surfista retirado, hablan y se mueven por escenarios autóctonos que incluyen lugares reconocibles como el barrio de Vegueta o la iglesia de Arucas, y otros menos concretos pero igualmente isleños como una playa, un barranco o una cuesta interminable.
Para Pedro M. García, los citados personajes que cobran vida a lo largo de los diferentes relatos que componen el nuevo Premio Isaac de Vega CajaCanarias buscan transmitir un legado, ya sea de tía a sobrino, de padre a hijo o de abuelo a nieta; también ansían un respiro, obtener o consolidar un trabajo o resarcir un entuerto; al mismo tiempo, unos se ven forzados a regresar al hogar y otros a abandonarlo; son seres insatisfechos, acaso ridículos, sumamente tiernos. Donde soplan los alisios ofrece, así, un caleidoscopio a ratos divertido y conmovedor por el que se asoman personas y situaciones vecinas que a menudo pasamos por alto pero que sin duda están ahí, a la espera de que las miremos de cerca con un poquito más, solo un poco, de interés y atención.
Pedro M. García
Pedro M. García (Arucas, 1993), escritor y traductor, cursó el grado en Lenguas Modernas en la ULPGC y el Máster de Narrativa en la Escuela de Escritores de Madrid (IX promoción). Ha trabajado para el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, ganado varios premios a nivel local y publicado cuentos en las revistas literarias Temporales, de la NYU; La Rompedora, de la EdE; Fábula, de ARLEA y la Universidad de La Rioja; La gran belleza y Windumanoth. Además, en 2021 resultó ganador del premio Nuevas Escrituras Canarias con la obra Orilla es-con-di-te, publicada durante el otoño de 2022.
Tras la confirmación de haber sido designado nuevo ganador del Premio de Relato Corto Isaac de Vega CajaCanarias, Pedro M. García reconoció que le ha supuesto una alegría y satisfacción tremendas a distintos niveles. En primer lugar, porque significa que estas historias que tanto disfruté escribiendo han logrado entretener, emocionar y divertir a los miembros del jurado y, al hacerlo, se han ganado la mayor recompensa posible: pasar de la pantalla al papel y, con este, a las manos y estanterías de lectores desconocidos. En segundo lugar, porque se siente como una de esas palmadas en la espalda que reconfortan y que animan a seguir adelante, más si cabe al venir de un premio con la categoría cultural e histórica de este; creo que contarme entre sus ganadores, además de un orgullo, le dará un empuje a mi carrera en ciernes como escritor. Y finalmente porque, quizás más que otra cosa, haberlo recibido constituye para mí una suerte de recompensa a la tenacidad y al empeño, la cristalización de aquel refrán que dice «El que la sigue la consigue», en tanto que esta era la tercera vez, y por suerte será la última, que me presentaba.