Mayo de 1935. Atraca en el muelle de Santa Cruz de Tenerife, un carguero de plátanos con tres franceses y un centenar de obras de autores como Dalí, Duchamp, Man Ray, Picasso, etc. Estos cuadros componían la II exposición surrealista y los tres viajantes eran Benjamin Péret, Jacqueline y André Bretón.
“Aislados, la esencia de un espíritu” pretende desempolvar del silencio la modernidad, el aliento innovador y la voluntad de crecimiento de un grupo de poetas, pintores y escritores canarios que crearon la revista “gaceta de arte” y a través de la cual conectaron a esta lejana provincia atlántica con las grandes capitales culturales europeas.
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